domingo, 2 de junio de 2013

Un poco de mí.

Querido alguien:

Mi nombre es Sara. Hoy exactamente cumplo 19 años y dedicaré parte de mi día a escribir un poco de mí, aunque mi novio esté en la silla de enfrente esperándome para irnos a comer. Para empezar, lo más importante que debes saber de mí, es que mido metro y medio, estudio actuaría (eso no significa que sea matada y que me la viva en la biblioteca) y mi vida se resume en 4 secciones realmente importantes para mí: mi familia, mis amigos, mi novio y mis patines.

Mi familia no es muy grande, pero son la base de toda mi felicidad. Mi papá, mi mamá, mi hermano, mi perro, mi abuelita y algunos de mis tíos, viven en Villahermosa, pero la mayoría vive en Veracruz. Mi perro se llama Paris, es un yorkshire y te puedo asegurar que es el perro que más hace pipí en todo el mundo, es que está enfermo, pero también es el perrito que más irradia amor y felicidad.

Es macho
En la prepa fui muy afortunada de encontrarme con personas realmente raras y diferentes, hablo de mis amigas, mi grupito de amigas es muy extraño, hay desde una hippie hasta una niña fresita, pero todas juntas hacemos un balance y un ambiente bien loco. No puedo dejar atrás a los niños, al igual que mis amigas, ellos son extraños, hay charros, gordos, borrachos y hasta un gay, pero lo bueno es que todos se aceptan entre sí. Los extraño bastante. Pero no puedo decir que en mi nueva vida en Puebla no he conocido amistades que sé que durarán por mucho tiempo, con los de Puebla comparto muchas ideas en común y me la paso increíble con su compañía. En el poco tiempo que llevo con ellos, les he tomado un cariño muy grande.

A pesar de que llevo 3 meses con mi novio, él se ha vuelvo parte importante de mi vida. Es mi mejor amigo, mi novio y algunas veces es como mi papá. Él también estudia actuaría, mide como uno ochenta y algo, ¡me saca más de una regla!, pero es como un niño chiquito con el que puedo ser yo, reírnos hasta que nos duela la mandíbula y comer, sí, nos encanta comer a los dos, le entramos bien duro a la comida. Como todos, tenemos peleas a veces, pero le saco la lengua y listo, todo queda atrás.

Mis patines, suena raro, pero me encanta patinar. Desde pequeña he patinado y competí muchos años en carreras. Es un deporte que me hizo crecer mucho como persona y madurar. De las mejores cosas que me dejó el patinaje son amigos por todo el país y uno que otro de Colombia, Venezuela, etc. Si me ves las rodillas, las tengo marcadas por tantas caídas que tuve, tengo cicatrices de guerra, así le digo a mi mamá. 

Me despido de ti, querido alguien, espero que mi carta te ayude a saber un poco más de mí. 

P.d. Mi segundo deporte favorito es dormir, al igual que el patinaje, me deja marcas de guerra. Oye, las marcas de la almohada en mi cara requieren de muchas horas acostada en la misma posición, no es fácil.

1 comentario:

  1. Esa sarita no se guarda nada jajaja me agrada lo espontánea que es tu historia, me hiciste reir ;)

    ResponderEliminar